Autor: Eduardo Montero
En los últimos tiempos se ha despertado un enorme interés por la inversión en criptomonedas como el Bitcoin, Bitcoin Cash, Bitcoin Gold, Ethereum, Ethereum Classic, Litecoin, Ripple, Dash, Iota, Monero, Neo,… Su alta volatilidad, los intentos de regulación,… generan grandes dudas sobre el futuro de estos instrumentos pero lo que es cierto es que representan también una oportunidad de obtener beneficios que hace que el mercado de criptomonedas esté hoy por hoy en boca de todos.
En este artículo vamos a analizar en profundidad cómo funciona este mercado, cuáles son los principales riesgos de invertir en criptomonedas, como podemos mantenerlos bajo control, cuáles son las mejores opciones que tenemos a nuestro alcance para invertir en estos instrumentos financieros y las ventajas e inconvenientes de cada una de estas opciones.
Introducción al mercado de criptomonedas
La idea inicial de mucha gente sobre las criptomonedas consistía en que este tipo de activos iba a ser un medio de pagos alternativo al tradicional. Los beneficios que iban a aportar las monedas digitales eran el no depender de ningún gobierno, ningún banco central y ninguna autoridad monetaria. Los inversores veían a estos activos como una alternativa al dinero cotidiano. Transacciones anónimas y al margen de la regulación del sistema son las principales características de las criptomonedas como medio de pago.
Otro aspecto que hacen atractivas a las criptomonedas es su escasez. Sin ir más lejos, en el caso del Bitcoin se van a poner en circulación un total de 21 millones. Una vez que esta masa monetaria esté en el mercado, ya no será posible crear más Bitcoins, lo que equivaldría por ejemplo a haber minado todo el oro que existe en el planeta.
Al ser un activo escaso, el mercado le otorga valor, es el mismo principio que se aplica al oro y a los metales preciosos. En realidad a Bitcoin se le ha comparado con el oro por varios motivos. Entre otros podemos mencionar:
- Es escaso
- Es inmune a la inflación
- Actúa como un activo refugio
- Es un depósito valor (es una moneda, digital pero una moneda al fin y al cabo)
¿Estas razones justifican sus alzas y bajas tan volátiles? Lo cierto es que la psicología de los inversores, actuando como una gran masa y las posiciones especuladoras también tienen mucho que ver en esto.
Qué podemos decir, los mercados financieros funcionan así. Cuando un mercado tiene unas características atractivas (o potencial de revalorización) todos los inversores se lanzan en masa. Esto ha sucedido con las criptomonedas y volverá a suceder en el futuro con otros instrumentos. Pero, tal y cómo reza un dicho en el mundo del trading y las inversiones:
Tras un «boom» hay un «crash» y tras un «crash» hay un «boom».
Resumiendo, lo que sube debería bajar y lo que baja después debería subir. Todo es un ciclo de alzas y bajas. De largos y cortos. Los mercados financieros se mueven casi siempre por expectativas más que por hechos.
¿Cuál era el objetivo de las criptomonedas?
El primero en ver la luz, de estos activos que han alcanzado más popularidad, fue el Bitcoin en el año 2009. El objetivo de esta creación no era ni más ni menos que diseñar un sistema de pagos al margen del tradicional (bancario).
Ante la crisis financiera se perdió la confianza en el sistema de pagos y en las autoridades monetarias, a las cuales se les criticaba duramente por haber creado una burbuja en el sistema.
A través de la tecnología Blockchain (cadena de bloques), en la que se sustentan todas las transacciones de criptomonedas, se hacía posible un mecanismo para transferir fondos sin necesidad de que haya un banco de por medio. Algo impensable hasta el nacimiento de esta tecnología.
El rompecabezas estaba montado, sólo faltaba una pieza; un activo que se escapase del control de los gobiernos. Una moneda que no esté bajo la supervisión de ningún banco central. De esta forma, la independencia era total. Hablamos de un sistema paralelo en el que las decisiones monetarias no tienen relevancia. El mercado es el único que dicta las normas.
Bitcoin, al igual que el resto de este tipo de criptomonedas, no son más que anotaciones contables en un libro digital. Así es, la cadena de bloques (Blockchain) no es más que un libro de contabilidad digital que solamente puede alterarse cuando los participantes de la cadena dan el visto bueno.
El libro de contabilidad digital no es susceptible de manipulación, los apuntes contables que dan pie a las transacciones no pueden hacerse unilateralmente.
¿Suena bien, verdad? Podría pensarse (hasta incluso se llega a pensar) que este será el medio de pagos del futuro. Sustituyendo así el intercambio de divisas (euros, dólares, libras, yenes, etc.) al igual que estas divisas sustituyeron al oro. Pero la cuestión no es tan sencilla, el invento no ha salido, hasta el momento, tan bien como se esperaba.
¿Qué ha pasado? En realidad, las criptomonedas también tienen sus riesgos, algunos propios de la tecnología que utilizan y otros riesgos que afectan a la hora de invertir en criptomonedas. Este es el tema que hoy nos ocupa. Como dice Sun Tzu: «Debemos conocer al enemigo para poder hacerle frente». Vamos a ello:
Riesgos al invertir en criptomonedas
1- Alta volatilidad
Bitcoin (como activo de referencia para este mercado) presentó una volatilidad anualizada en los últimos 12 meses superior al 80%. Esta volatilidad tan alta hace que estos activos sean considerados de alto riesgo e inadecuados para la inversión minorista como así lo expresó la Security Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos.
Una volatilidad de estas características es ideal para una operativa enfocada al trading. Tan sólo debemos saber cómo y con qué:
Debemos optar por instrumentos de inversión que nos permitan llevar a cabo una gestión activa para eludir los riesgos de fluctuaciones en el mercado. En otras palabras, con agilidad para tomar posiciones largas y cortas. Así como para entrar y salir del mercado con facilidad.
La volatilidad se puede convertir en un aliado más que en un riesgo. Pero cuidado, debemos saber manejar la volatilidad.
2- Cambios o intentos de regulación
Lo cierto es que hasta el momento, salvo casos muy puntuales, sólo hay declaraciones de intención de regulación del mercado de criptomonedas.
Hay opiniones para todos los gustos: Los que opinan que es una gran burbuja que estallará tarde o temprano y para muchos otros, este déficit regulatorio es un beneficio, es lo que le otorga personalidad a este mercado y gran parte del atractivo de estos activos es el sentimiento de rebeldía ante el sistema monetario tradicional regulado por los bancos centrales.
También hay quien piensa que el hecho de que no estén al amparo de ningún gobierno, define a estos activos como carentes de valor intrínseco. Su valoración tan sólo proviene del precio que los inversores le otorgan en el mercado. La ley de la oferta y la demanda es la única aplicable. Si el mercado (como un ente colectivo) decide retirar la confianza en las criptomonedas no tendrán valor alguno.
En cierto modo ninguna de las divisas tradicionales tiene valor intrínseco. Sólo son confianza. Pero al estar bajo el paraguas de un banco central y en última instancia por el Fondo Monetario internacional (FMI), hace de las divisas tradicionales activos más confiables. Si por alguna razón se tambalea la confianza en alguna divisa, el banco central de turno o el FMI tomarían medidas para restaurarla. Esa es su función.
Sin embargo, con las criptomonedas es el mercado el que manda, es el mercado el único que puede determinar su valor. Esto nos debe hacer reflexionar si merece la pena invertir en criptomonedas para otros fines que no sean el trading, entendiendo el trading como el obtener plusvalías del mercado en el corto plazo.
Los motivos que hay para empezar a regular a las criptodivisas son varios. Comenzando por los problemas que presentan en la protección de consumidores e inversores, dado que estos activos no cuentan con el respaldo de institución financiera alguna. El inversor que compre monedas virtuales al contado se encuentra totalmente desamparado.
El riesgo adicional es cómo se tomará el mercado la regulación de las criptomonedas. Hay gente que esto no le sentará muy bien.
¿Alguien piensa que ante tanto control en las transacciones de dinero (sobre todo para evitar la financiación del terrorismo o el blanqueo de capitales) van a dejar que se realicen transacciones de modo anónimo y sin dejar huella?
La regulación de este mercado puede ponerse en marcha en cualquier momento y esto puede restar atractivo a las criptomonedas. Por otra parte, es bastante necesaria la regulación porque el mecanismo de comprar y mantener en un wallet es una estrategia altamente insegura en algunos casos, como veremos a continuación.
3- Riesgo de robo
Hasta hace relativamente poco estaba generalizada la idea de que las criptomonedas no podían ser robadas porque eran activos intangibles. Si algo no está creado en formato físico, ¿cómo es posible que se pueda robar? Que se lo pregunten a los piratas informáticos.
Esta teoría ha quedado desmentida. Bitcoin y cualquier otra de las monedas digitales puede ser objeto de ataques informáticos. Este tipo de ataques suelen estar dirigidos a las plataformas de compra y custodia. Estas plataformas actúan como monederos virtuales, cuentas corrientes estrictamente digitales que permiten la custodia y el intercambio de criptomonedas.
El problema reside en que estas cuentas tienen el riesgo de que podrían llegar a ser hackeadas y consecuentemente vaciadas, dejando nuestro saldo a cero. A esto podemos sumarle dos factores determinantes:
- La anteriormente comentada la ausencia de regulación que permite a estas plataformas no estar adscritas a ningún fondo de garantía, ni requisitos de solvencia, ni obligación de contratar un seguro,…
- El anonimato de este sistema te impediría demostrar que esas monedas virtuales son tuyas. Y para eso no necesitas sufrir un ataque informático, basta con perder el acceso a tu monedero virtual por ejemplo.
Un ejemplo de esto es la ya extinta plataforma Youbit. Sin más remedio fue a la quiebra tras varios ataques cibernéticos. El robo fue de órdago, 4.700 Bitcoins (unos 70 millones de dólares). Tras este incidente, que llevó a la bancarrota a esta plataforma surcoreana, los depósitos y los retiros quedaron bloqueados. ¿A quién reclamamos si una plataforma suspende los retiros alegando un incidente?
4- Altas comisiones y tiempos de ejecución
Bitcoin (como moneda digital más líquida que existe) tampoco es que haya sido totalmente aceptado como medio de pago. Sí que es cierto que existen establecimientos, aunque pocos, en los que se permite el pago mediante este tipo de criptomoneda. Pero representan un porcentaje ínfimo.
El problema de fondo son las altas comisiones que tiene el uso de Bitcoin. Eso contando con que esta moneda en concreto es susceptible de cambiarse por dinero tradicional (dinero fiduciario). Ethereum, Litecoin, Ripple y gran parte de las criptomonedas se adquieren en el mercado únicamente intercambiándolas por Bitcoin en una de las mencionadas plataformas de intercambio y custodia, aumentando de este modo las comisiones.
Si estas comisiones hacen inviable a Bitcoin para los gastos corrientes, como norma general, imagínate lo que significa pagar comisión por cada una de estas operaciones:
- Compra de Bitcoin (intercambio de Bitcoin por dinero tradicional).
- Intercambio de Bitcoin por cualquier otra criptomoneda (la mayoría de monedas virtuales solo se pueden adquirir en el mercado intercambiándolas por Bitcoin).
- Pago con la criptodivisa adquirida.
No es práctico pagar un refresco con Bitcoins (y mucho menos con otra criptodivisa), la comisión es mayor que el precio del propio producto. El uso de las criptomonedas queda restringido a grandes operaciones de comercio internacional debido a sus costes.
El coste de adquisición de Bitcoin en el mercado se debe a ciertas limitaciones en su diseño. En los últimos tiempos está asumiendo más transacciones de lo que inicialmente se tenía pensado. Esto, además de hacer que las transacciones tarden alrededor de 10 minutos, produce que las comisiones se incrementen, a medida que se incrementan las transacciones.
Dichas comisiones, según el sitio dedicado a su estudio y evolución BicoinFees.info, llegaron a situarse alrededor de los 16,46 $ por una transacción en 10 minutos. Si estamos dispuestos a esperar una hora para la transacción, el coste bajaría a los 12,24 $. ¿Cómo podríamos pagar un producto de bajo precio asumiendo una comisión de tal calibre y esperando una hora para confirmar el pago? Desde este punto de vista las criptomonedas no tienen utilización práctica para operaciones minoristas.
La moneda digital que mejor aceptación ha tenido en cuanto a las operaciones de comercio exterior ha sido Ripple, debido a su velocidad. La Red de Ripple (RippleNet) soporta más de 1.000 transacciones por segundo ello permite que la transacción se realice entre 5 y 10 segundos. En este caso la velocidad hace actualmente de Ripple el preferido como medio de pago (incluso superior a Bitcoin), pero aún así por el momento solo es viable para pagos al por mayor.
5- Correlación entre criptomonedas
Vamos a analizar a grosso modo la correlación existente entre tres de las criptomonedas más importantes del mercado: Bitcoin, Litecoin y Ethereum. Para ello no es necesario más que observar los gráficos de cotización:
– Bitcoin
– Ethereum
– Litecoin
No puede pasar desapercibida la importante subida durante el 2017 y el posterior desplome a principios de 2018 en los tres activos, en los tres gráficos. El resto de las principales criptomonedas se han comportado de forma muy similar. Esto muestra la alta correlación a la que nos enfrentamos al invertir en criptomonedas.
Mejores opciones de invertir en criptomonedas
– Compra al contado
El sistema más utilizado para comprar monedas virtuales es acudiendo al mercado al contado a través de una plataforma de intercambio de criptomonedas (Cryptocurrency Exchange) y que a su vez sirva de monedero digital (wallet).
Se trata de sitios web donde se pueden comprar, vender o cambiar este tipo de activos; ya sea por una divisa tradicional o por otra criptodivisa. Existe la posibilidad de negociar directamente en el mercado estableciendo el tipo de cambio.
Coinbase, Bittrex, Binance, Kukoin y Kraken son solo unos ejemplos de este tipo de plataformas para el intercambio de criptomonedas.
Esta forma de inversión equivale a la compra de acciones o cualquier otro activo al contado. Se compra y se espera a que se revalorice. Es la estrategia más sencilla, se denomina «buy and hold» (comprar y mantener).
Como muchos os habréis percatado, esta inversión tan sólo puede servir cuando se esperan alzas en los mercados, se trata de operaciones en largo y sin apalancamiento. Además, los activos tradicionales suelen negociarse en un mercado regulado, algo que no sucede al invertir con criptomonedas al contado.
El mercado de criptomonedas al contado es además un mercado OTC («over the counter», es decir, un mercado paralelo no organizado), descentralizado y muy opaco.
– Minería de criptomonedas
No únicamente se pueden conseguir estos activos comprándolos en el mercado, su método de adquisición primaria es un proceso de resolución de algoritmos matemáticos que mantienen la red que hace de pilar a estas transacciones. El proceso se llama «minería» (básicamente es poner un equipo informático al servicio de la red para verificar transacciones legítimas).
Se trata de un procedimiento en el cual es necesario un cierto nivel de potencia informática, debido a que es muy competitivo (y cada vez lo es más). En este tipo de operaciones siempre aparecen profesionales con equipos preparados que relegan a un segundo plano a los amateurs. Aún así, hay personas que con esfuerzo pueden rascar algún Bitcoin u otra criptomoneda al mes.
Litecoin por el contrario no exige tanta potencia informática a nivel profesional para su adquisición, pero no deja de ser un proceso competitivo. En cuanto a Ripple, no es posible su adquisición mediante procesos de minería.
En resumen, es necesaria una inversión en equipos informáticos para entrar en un proceso de minería.
– Fondos de inversión
Un fondo de inversión es un capital agregado de múltiples ahorradores. Un gestor profesional se hace cargo de dicho capital y, bajo una política de inversión definida, lo administra para obtener rentabilidad.
Bajo esta descripción podemos definir un fondo de inversión en criptomonedas como aquel que principalmente invierte en este tipo de activos. Existen varios fondos de este tipo como por ejemplo el Galaxy Digital Assets Fund. En el ámbito español tenemos a Pheidon Capital (el primer fondo de inversión español en criptomonedas). Pero, ¿ofrece esto algún beneficio al inversor?
Veámoslo:
Una de las ventajas que supone la inversión a través de fondos es la diversificación de la cartera de valores. De esta forma se minimizan los riesgos específicos de cada activo.
Para ello el gestor debe tener en cuenta la volatilidad y la correlación de los distintos activos para componer una cartera que tenga un riesgo determinado y un rendimiento ajustado a susodicho riesgo.
Vista la fuerte correlación que presentan estos activos, ¿qué sentido tiene la diversificación entre diferentes criptomonedas?
Ahora viene otra pregunta más contundente que la anterior: ¿Por qué motivo debemos pagar comisiones de gestión y depósito llevar a cabo esta labor?
Si se tratase de una estrategia de inversión que exige una gestión activa podría ser comprensible. Pero tan sólo es una inversión en diferentes activos con características muy similares y una alta correlación. La estrategia de estos fondos suele ser muy básica,… Buy and hold.
Prácticamente es como si el inversor comprara una o dos tipos de criptomonedas al contado, la rentabilidad y riesgo de la inversión serían muy similares.
La parte positiva es que a través de un fondo de inversión nuestro capital está más protegido que la mera compra al contado, un producto de estas características suele encontrase regulado. Normalmente los fondos cuentan con requisitos de solvencia impuestos por la institución reguladora de los mercados. En caso de quiebra por robo de los activos, lo más normal es que el fondo se encuentre adscrito a algún tipo de garantía (fondo de garantía de inversiones) para estos casos.
La situación del inversor no es tan vulnerable como la compra al contado y mantenimiento de activos. Por lo menos hemos dado un paso adelante (aunque sea pagando comisiones a la sociedad gestora y depositaria del fondo).
– Derivados financieros
Si nos sumergimos en el mundo de los derivados estamos entrando en otra dimensión: La posibilidad de hacer trading, de aprovechar la alta volatilidad propia de las criptomonedas y las reacciones del mercado. Ningún instrumento permite tal operativa y con la agilidad necesaria que los derivados financieros.
Básicamente los derivados existentes sobre criptomonedas se pueden resumir a los futuros y a los CFDs.
Existen futuros sobre Bitcoin cotizados en el Chicago Board Options Exchange (CBOE) y el Chicago Mercantile Exchange (CME). El CBOE (mercado de derivados financieros más grande del mundo) anunció que ofrecerá opciones más adelante (se ha consultado el web site del CBOE y a día de hoy no se han encontrado opciones cotizadas en este mercado).
Cabe la pena resaltar que los futuros sí se tratan de un mercado regulado, con cámara de compensación. La parte negativa del mercado de futuros es su alto requisito de margen.
Esto puede ser resuelto a través de los CFDs. Existen CFDs sobre las principales criptomonedas del mercado, no solamente sobre el Bitcoin.
Haciendo trading con criptomonedas podemos aprovechar las subidas y bajadas en los mercados; la volatilidad puede ser un beneficio en lugar de un riesgo (pero tratándola bien).
Otro aspecto interesante de los CFDs son las menores comisiones que suelen tener con respecto a los futuros. Normalmente estas comisiones vienen expresadas en forma de spread entre el precio de compra y el precio de venta.
Los CFDs son instrumentos apalancados, incluso más que los futuros. Es requisito imprescindible para ser trader el saber manejarse bien con estos niveles de apalancamiento ya que puede ser un gran aliado para obterner importantes beneficios con poco dinero pero también puede tener el efecto contrario y hacer que nuestras pérdidas se multipliquen.
¿Cómo podemos llevar a cabo esta tarea? Simplemente cumpliendo estrictamente un plan de trading y respetando con absoluta disciplina las reglas de gestión monetaria y de riesgo.
Sólo así es posible realizar trading correctamente, sea con el activo que sea. En realidad los principios del trading con criptomonedas a través de CFDs son los mismos que cualquier otro mercado. La única diferencia es la posibilidad que tiene el operador de aprovechar la fuerte volatilidad.
En cuanto a la seguridad en las transacciones, los CFDs son instrumentos finacieros que cotizan en un mercado descentralizado (OTC), al igual que el mercado de criptomonedas al contado. Pero con unas salvedades:
- La primera de ellas es que el mercado de CFDs no es un mercado tan opaco como el de criptomonedas al contado, los mercados OTC se caracterizan por no tener cámara de compensación pero no por ello significa que el trader no tenga garantías. Los brokers online o intermediarios financieros que comercializan CFDs deben encontrarse debidamente regulados por un organismo supervisor.
Dicho organismo velará porque el broker cumpla con los requisitos de solvencia, protección al inversor y transparencia para otorgar la perceptiva licencia. También sirven como medio para presentar quejas y reclamaciones.
Si el trader es capaz de hacer sus tareas y trabajar con un broker regulado y fiable tendrá todas las garantías para que no le afecte el riesgo de ausencia de regulación del mercado.
- La segunda de ellas, y no es baladí, es que no se produce la compra física del activo. Por consiguiente el riesgo de robo queda absolutamente descartado.
Si se produce un ciberataque a alguna plataforma de intercambio o custodia de criptomonedas, lo único que puede pasarnos como operadores de CFDs es que el mercado caiga bruscamente. Esto entraría dentro de lo que sería considerado un riesgo de mercado. Pero el riesgo de mercado puede ser minimizado si el trader opera con un plan definido.
No todos los brokers online de CFDs ofrecen la posibilidad de hacer trading online con criptomonedas.
Recomendaciones
Las recomendaciones principales que podemos ofrecerte para hacer frente a los riesgos de hacer trading con criptomonedas son:
- Usar siempre stop loss.
- Usar indicadores de análisis técnico que ayuden a medir la volatilidad (por ejemplo Bandas de Bollinger, ATR, etc.).
- Usar un apalancamiento limitado para evitar que, junto a la volatilidad, aumenten nuestras posibles pérdidas. La mayoría de brokers online ya ofrecen un apalancamiento mucho más bajo para invertir en criptomonedas que frente otros instrumentos como Forex, acciones,… debido a esta alta volatilidad que tienen. Aún así no te dejes llevar por el que te ofrezca un apalancamiento más alto porque puede ser contraproducente.
- Abrir operaciones de pequeño tamaño. No arriesgar un porcentaje demasiado alto de la cuenta por cada operación.
- Tener siempre un plan de trading y llevarlo a cabo con disciplina.
Esperamos que esté artículo te haya servido de ayuda para resolver tus dudas sobre cómo invertir en criptomonedas correctamente. Siempre debes conocer bien los riesgos de cualquier instrumento en el que vayas a invertir y cuáles son las diferentes opciones para hacerlo, escogiendo la mejor para ti y tu perfil como inversor. Envíanos tus opiniones o experiencias desde la sección de comentarios que tienes al final de esta página y también puedes compartir este artículo en redes sociales y así permitir que llegue a otras personas a las que pueda ser de utilidad. Muchas gracias.